Haces, esperas, pretendes, quieres,
juegas al juego sin conocer las normas.
Haces, esperas, pretendes, te decepcionas
vives a expensas de los sonidos que no suenan y esperas que lleguen.
Haces y haces, y no haces suficiente porque no conoces donde están los puntos cardinales ni de donde viene el viento. No es suficiente porque no sabes cómo es la mirada ni donde se quedan los momentos. No es suficiente porque sucumbes a la tensión queriendo subir al cielo.
Respeta lo que haces y si no funciona, respeta dejar de hacer lo que haces.