Las dos orejas puntiagudas como hojitas verdes
y los dos puntos sobre piel blanca como las dunas del desierto vía satélite.
Las cortinas hacen un efecto óptico colosal frente a mi cama
y vuelvo a mi normalidad vital, a las bajas pulsaciones de mi querido fin de semana.
Bajo manta de chip y chop y billete de avión antiguo en mano,
declaro orejas y puntos como lo más bonito para este ser marciano.